lunes, 19 de diciembre de 2011

Una mañana

Son las 8:31 de la mañana de un martes de diciembre cualquiera. Hace un frío que pela y no hace más que llover y llover, y me daría igual si no fuera porque tengo que irme en media hora a la Finca de Prácticas a trabajar tres horillas. Después tengo un exámen de electrificación en el que hay que montar en un panel eléctrico un circuito para que funcione un motor y, sinceramente, nunca se me han dado bien las cosas eléctricas, casi no se ni seguir un esquema ni enchufarlo a la corriente. Por lo menos me levanto con la buena noticia de que he aprobado un examen y veo que muchas veces los esfuerzos tienen su recompensa. Por lo demás, no deja de ser un martes cualquiera, el último martes antes de las vacaciones de Navidad que, ya puestos, habrá que decir que de vacaciones tienen poco porque los examenes están a la vuelta. Y no, no me da pereza ponerme a estudiar en Navidad. En verano tampoco tuve lo que se dice vacaciones porque estuve con el proyecto de fin de carrera que, por fín, he entregado y presentado. Así que, solamente es continuar un hilo que se empezó a tejer hace un año, el cual te obliga a mirar siempre hacia delante y sin darte tiempo a pararte a descansar pero que, si lo miras por otro lado, te aporta mayor satisfacción cuando ves que las cosas van saliendo poco a poco. Ya soy ITA. Ahora hay que esforzarse con lo que manda el día.

Buenos días y buen provecho!

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